Ya con rEFIt listo, podemos ocupar la(s) partición(es) restante(s) con cualquiera de estos sistemas:

• GNU/Linux
• OpenSolaris
• NetBSD
• OpenBSD
• FreeBSD
• eComStation
• FreeDOS
• …y en teoría cualquier otro

Yo he probado con Ubuntu 10.10. Durante la instalación, sólo hay un paso crítico: el particionado. Debéis elegir “Especificar particiones manualmente (Avanzado)”. Allí elegís la partición que habías designado mentalmente al principio (fijaos en los tamaños). Clic en “Cambiar”. No modifiquéis el tamaño. Marcáis “sistema de ficheros ext4 transaccional”, y punto de montaje “/”.

Si al formatear (al principio) dejásteis una partición pequeña, la podéis elegir ahora para “área de intercambio”, aunque no es imprescindible. Yo no lo hice.

El último paso crítico antes de seguir adelante y aplicar el formato a las particiones es elegir el “Cargador de arranque”. Aunque sea redundante, es preciso que Linux instale su propio bootloader (Grub, Grub 2 o Lilo). Te dará dos opciones: O bien en el disco duro (/dev/sda) (NI DE COÑA, no hay MBR en nuestro disco duro) o bien en la partición “ext” que habéis elegido Linux. Ésta última es nuestra opción. Si no os da a elegir, mejor que no sigáis adelante. Es mejor probar con otra distribución (en Ubuntu existe esa opción desde la versión 10.10).

Clic en “Instalar ahora”. Os avisará de que es importante usar partición de intercambio, ignoráis el mensaje.

Cuando termine la instalación, el ordenador se reiniciará (ánimo, es la última vez), y podréis ver cómo rEFIt ya detecta automáticamente vuestro nuevo sistema. Lo elegís y os saldrá el bootloader le la partición Linux. Al cabo de unos segundos arrancará el sistema.

Si quereis pulirlo un poco más, cambiad el temporizador del último bootloader a 1s. No aporta nada que no tengáis más bonito en rEFIt, sólo lo queremos para resolver errores.